Desde que llegué a vivir un tiempo en Islandia, muchas veces me he tenido que detener para repetirme a mí misma que estoy en el planeta tierra. Más de una vez y más de cincuenta, porque esto parece otro planeta. La otra mañana, paseando por los alrededores de donde vivo, un lugar en mitad de la nada cerca de Borgarnes, encontré esta maquinaria como abandonada. Digo como, porque aquí, incluido los islandeses, siempre son «como» algo… No se puede explicar del todo. Tanto ellos, como su paisaje, escapan a toda posible definición. Un coche pasando por una carretera lejana puede volverme a la realidad terrenal, pero en este caso, esta maquinaria rodeada de volcanes nevados me transportó mentalmente a otros mundos, a otras galaxias, al curiosity en marte o a una posible reparación de los cráteres de la luna. No intenté buscarle más razón, tan solo busqué un ángulo estético y disparé.
Qué loco eso! Se ve como si estuviera a punto de caerse!
O que se cae, o que sale de la tierra como un colmillo mal enfilao…si..raro raro raro..;)