Restos oxidados del mando de control.
Este complejo abandonado que me topé en el camino al eropuerto de Schonefeld, resultó ser una de las tantas fábricas abandonadas, obligadas a cerrar ,por no aguantar la fuerte competencia del capitalismo, al caer el muro en 1989. En concreto, se trata de la fábrica de cervezas Bärenquell, una de las cuatro cervezas mas míticas de la RDA, junto a Berliner Pilsner, Berliner Kindl y Schultheiss.
Bärenquell significa literalmente Primavera de los Osos.
Pero su historia no solo es la del periodo comunista, su historia tiene exactamente 112 años de duración, y sus nombre fueron variados.
Abrió como Borussia Brauerei en 1882 para ser absorbida en 1898 por Schutheiss AG. Durante la RDA el estado asumió el control de la empresa y fue rebautizada como VEB Bärenquell (Volkseigener Betrieb).Cerró sus puertas por última vez el 1 de abril de 1994. Hoy dia, en el año 2011, aun podemos encontrar una mezcla de estilos arquitectónicos que son el testimonio vivo de los 112 años de Historia.
Los primeros edificios, datan del final del S.XIX, de estilo neo-renacentista, típico ladrillo rojo, obra de Robert Buntzel.
Varios edificios, con torres puntiagudas, de estilo neo-gótico, obra de HO Obrikat. Estos se pueden observar claramente desde la carretera, y son los que rápidamente llamaron mi atención. Son típicos de principios del S.XX.
Y ya en la época de la RDA, se añadió una nueva sala de cocción en el estilo del modernismo internacional.
A pesar de recorrer de cabo a rabo el lugar, no pude encontrar una sola botella original viva, ni siquiera cristales rotos; eso si, metros de alfombra mullida a base de etiquetas de la marca, verdes de humedad.
A falta de cerveza, bueno es el vino; y si es Rioja mucho mejor.
También encontramos varias instalaciones creativas, huellas de los que por allí exploran e intervienen los lugares, dotándoles de una nueva vida e identidad.
Otro caso mas de abandono, sin especulación aparente, aunque miles de rumores. Señal de que la reunificación alemana no sucedió hace tanto tiempo -22 años-, y de que a Berlín aun le queda un trecho en el camino, para llegar al nivel de las ciudades del oeste.
Por mi parte decir que me encantaría que Berlín no cambiara jamás, para así poder seguir explorando sus rincones, sin que la corrupción los haya minado.
No se si podría sobrevivir sin la sorpresa de encontrarme un arbol naciendo de un techo de hormigón y tomarlo como algo normal. Only in Berlin.
Como se llega: En la carretera hacia el aeropuerto de Schonefeld, a nuestra izquierda, observamos las torretas de ladrillos que sobresalen y despuntan. No tenemos más que investigar la forma de entrar, ya que no siempre las mismas rendijas o aperturas son las que están disponibles. En un momento dado tocará saltar valla.
Viajad Viajad Malditos.
Texto y fotografía: ©Sonsoles Lozano.
Me ha gustado este artículo, muchas gracias por compartirlo y sigue así.