Guía para dos dias en Praga

Destinos para los amantes de lo romántico y lo existencial. Praga es una ciudad destinada a cautivar a sus visitantes: la magia del paseo por sus estrechos y coloridos callejones, el sabor de las mejores cervezas artesanas, la delicadeza del cristal de Bohemia, la fantasía de su histórico “teatro negro”, y la contemplación del río Moldava desde el precioso Puente Carlo. Dos días en los que nos dará tiempo a empaparnos de la cultura checa y de la belleza de una ciudad irrepetible.

praga-atardecerDia 1. Ruta por el Casco viejo

Mañana_ Stare Mesto

09:00 h Tras dejar las maletas en nuestra habitación del Hotel Miss Sophie, – a 15 minutos del casco viejo-, y comprobar que las instalaciones son encantadoras, limpias y en una zona muy tranquila, nos dirigimos hacia el popular Staré Město o  casco viejo. Aún no hemos desayunado, y ya teníamos claro que sería en el Café Louvre, un clásico en la ciudad de estilo modernista, amplios salones, y ventanales a través de los que contemplar la vida de la capital checa. Popular por su gastronomía tradicional y su café negro, que adquiere la categoría de “existencial”, al saber que aquí pasó muchas horas como cliente asiduo, el literato universal de la ciudad: Franz Kafka.  La abundancia de platos tradicionales, nos sumergen inmediatamente en el país:  huevos duros con queso, goulasch con cebollas y ensalada mixta con manzana son algunos ejemplos. Y una vez que el café, empezó a hacer efecto supimos que era la hora de comenzar a callejonear, que es lo mejor que se puede hacer en Praga.

El Casco viejo, llamado Staré Město, nos empuja entre estas callejuelas estrechas de estilo medieval, que se han ganado el derecho a ser nombradas Patrimonio de la Humanidad desde 1992. Es aquí  donde se concentran una gran parte de esas “100 torres” de las que tanto se enorgullece Praga y pasearlo es una auténtico retorno al pasado, así que nos deleitamos en cada una de sus esquinas. No olvides pasear las calles Uprasné Brány, Jakubská y Stupartská, ya que te cautivarán por siempre jamás.  Pronto salimos a un espacio abierto y rectangular que reconocemos como la Plaza de la ciudad vieja, donde se encuentra la atracción más famosa de Praga: el reloj astronómico.

reloj-universal-pragaEsta maravilla medieval -funcionando “non stop” desde el año 1490- ofrece su espectáculo a cada hora en punto. Consta de tres partes: el reloj propiamente dicho, el calendario de Josef Manes y el desfile de las figuras de los doce apóstoles, que van asomándose a las ventanas gracias a un mecanismo circular en el interior de la torre.

Para terminar, cuatro figuras- debería decir alegorías-  flanquean el reloj: la vanidad, con un hombre que se mira a un espejo, la avaricia, representado por un judío con una bolsa de oro en la mano, la muerte, con su tintineo matando el tiempo, y finalmente la lujuria, representada en la figura de un príncipe turco que toca una mandolina. El reloj se encuentra en el que fue el Ayuntamiento de la Ciudad Vieja hasta finales del S. XVIII y  decidimos subir a su torre gótica desde la que contemplamos la mejor panorámica de la ciudad.

Ya con la cámara en mano, nos dedicamos a recorrer los preciosos edificios que rodean la Plaza. Como verás, ninguna fachada parece tener desperdicio pero te recomendamos visitar la Iglesia de Nuestra Señora de Týn, llamada también la “catedral de los burgueses”, de impresionante estilo gótico. Sus torres de gran altitud son las más famosas de todo Praga y que verás prácticamente desde cualquier punto de la ciudad. Para acceder a ella, dirígete a los restaurantes que dan a la plaza, y ahí escondida entre los callejones, está la entrada. Otra torre que merece la pena- y la emoción- subir, es la Torre de la Pólvora, que era una de las 13 entradas con las que contaba la ciudad en la Edad Media. Frente a la torre, puedes ver uno de los edificios que más me gustan de esta locura arquitectónica que es Praga:  la Casa Municipal, de estilo art noveau.

Seguimos callejoneando, fascinados por los símbolos que adornan la parte superior de las puertas de las casas. Hay muchos motivos diferentes: cuerpos celestes, plantas, animales, personas, productos de artesanía, patrones, santos, y otros sacados de leyendas. Esta profusión de adorno, junto a las cuidadas fachadas color pastel nos llevarían hasta la Plaza Wenceslao, testigo de la caída del comunismo tras la “Revolución de Terciopelo”. El Museo Nacional, de estilo renacentista, se encuentra en un extremo y merece una visita especialmente por el magnífico interior.

Praga 13_ Viajes_Viajar_ Sonsoles Lozano14:00h_ Primer contacto con la gastronomía checa.

Es hora de hacer una parada para comer, y lo hacemos en Ferdinanda, un cervecería de comida tradicional checa justo al lado de la Plaza Wenceslao.  Probamos la cerveza Ferdinand , hecha por ellos mismos en casa, el Goulash que aunque de origen húngaro es muy popular en república checa, dumplings típicos, y queso camembert macerado. Pero su carta también incluye codillo- de unas proporciones exageradas incluso para compartir-, los pollos con  diferentes salsas también son muy recomendables. La comida checa tiene una mezcla de la austriaca y la alemana, y definitivamente es muy superior en carnes.

Tarde_ Descubriendo el barrio judío.

Tras el enorme atracón y para digerir la comida, nos dirigimos andando hasta Josefov, el barrio judío, otro de los lugares imprescindibles de Praga.  Sin duda, la visita principal fue al antiguo cementerio judío, un escenario genuinamente gótico, propio de una película de Tim Burton. Nos quedamos fascinados entre ese enjambre de tumbas encorvadas, que se besan y entrechocan unas con las otras, efecto de los corrimientos de tierra que el Río Moldava ha originado durante muchos años.

cementerio-judio-pragaY de ahí, nos acercamos a visitar las seis sinagogas que quedan en pie tras la reforma del barrio en el S. XIX. La sinagoga Alta, de dos plantas, donde puedes ver una exposición de objetos de plata y telas, la sinagoga Española que visitamos con especial interés ya que recuerda a la Alhambra de Granada gracias a su decoración de estilo morisco, la Klausen con multitud de textos hebreos, la Maisel que también contiene muchos objetos de la liturgia judía, la Pinkas que es la que más nos impactó por tener una colección de dibujos infantiles que hicieron niños encerrados en el campo de concentración de Terezín. Y por último la Vieja-Nueva, que es las más antiguas de Europa, y la que alberga una de las leyendas más populares y terroríficas de Praga: la del Golem, se dice que en el ático de esta sinagoga se encuentra su cuerpo inerte.

Salimos del Josefov, aprovechando esa manejabilidad que tiene Praga, caminando mientras bordeamos la ribera del río. Ya vislumbramos el Puente Carlos, una belleza que comunica la Ciudad vieja (Stare mesto) con la ciudad pequeña ( Malá estrana). Considerado uno de los puentes más bonitos del mundo, el Karluv most nos da la bienvenida con multitud de artistas adornando su longitud- pintores, artesanos y músicos- mientras las 30 estatuas que lo flanquean permanecen vigilantes. Nos entretenemos, extasiados ante la contemplación del río Moldava con la luz del atardecer, sabiendo que estamos en el primer puente que lo cruzó en su historia.

puente-carlos-pragaNoche_ De caprichos.

08:00 h Nos dirigimos al restaurante Mlynec, con maravillosas vistas sobre el puente, en el que hemos reservado previamente para cenar. Aunque es una hora temprana, hay que tener en cuenta que en Praga muchos sitios cierran a las 9 la cocina. Nos decantamos por su menú degustación checo, aunque puedes elegir entre varios: ensalada con bolas de queso de cabra, pato confitado al estilo tradicional checo, jamón de Praga con melocotón, rábano picante y nuez, y tradicional strudel con helado de manzana. Todo regado, como no, con cerveza artesanal.

10:00 h No podíamos pasar por Praga sin asistir a una representación del Teatro negro (černé divadlo), un tipo de teatro mudo y en un escenario totalmente a oscuras, donde los artistas- normalmente con trajes fluorescentes- nos muestran solamente lo que quieren que veamos. Nos decantamos por la que es posiblemente su obra más conocida: Aspects of Alice, basada en el personaje de Alicia y su paso de la niñez a la edad adulta tras volver del país de las maravillas. Hay varios teatros en Praga donde poder ver este tipo de espectáculo, pero nuestra obra se representaba en Ta Fantastika

Tras la representación, quisimos explorar la noche más moderna de la ciudad, y terminamos en Krymská, en el barrio de Vršovice, la calle más hipster de toda la ciudad. Y es que Praga está llena de propuestas de todo tipo.

Dia 2. Ruta por Mala Strana

Mañana

10:00 h Esta segunda mañana decidimos desayunar en otra institución de la ciudad: el Café Savoy, que debe su fama al techo de estilo renacentista- monumento protegido-, y justamente a sus copiosos desayunos. Te recomendamos el “Savoy Breakfast”, el más tradicional, aunque tienes una gran variedad donde elegir.

Hoy toca explorar el Barrio del Castillo y la ciudad pequeña (Mala Strana), al otro lado del río Carlos. Si decides subir en Tranvía debes tomar el nº91 o el nº22, pero nosotros decidimos subir andando por los callejones estrechos y empedrados. Este castillo del S.IX, es un conjunto colosal que alberga en su interior palacios, residencias de los reyes de Bohemia, y también la Catedral de San Vito. Dentro nos quedamos deslumbrados por la creatividad y tamaño de sus vidrieras de colores, de formas geométrica. Puedes subir a su torre, desde donde contemplar en todo su esplendor, la “ciudad de las 100 torres”. Comenzamos a descender, de vuelta a la ciudad, pero sin olvidarnos de pasar por una de las calles más bonitas de la ciudad: el Callejón del Oro (Zlata ulicka), buscando la casita donde vivió Franz Kafka durante un tiempo. Llegamos a la Plaza de Mala Strana, donde visitamos la Iglesia de San Nicolás.

Praga 18_ Viajes_Viajar_ Sonsoles Lozano14:00 h Llega la hora del almuerzo y esta vez paramos en el Restaurante Konirna, un restaurante de techos abovedados encalados de blanco, con travesaños de madera, al modo tradicional. Sencillo y agradable.

Tarde_ Recorriendo el barrio pequeño.

16:00 h En el número 24 de la calle U Luzického Semináre, hay una calle tan angosta, que está regulada con semáforos para peatones, ya que apenas cabe una persona en un sola dirección. Encontrarás esta estrecha cuesta escalonada muy cerca del Museo de Kafka, en cuya plaza también encontrarás “Los hombres orinando” del artista checo David Cerny. La escultura se encuentra dentro de un recipiente, cuya silueta es el mapa de la República Checa, y con su orina escriben frases que cualquier persona quiera mandar, a través de sus teléfonos móviles en un SMS.

En la plaza de Velkoprevorské Námestí- sede de la embajada francesa- se encuentra el Muro de Jhon Lenon, situado sobre la tapia del cementerio, propiedad de los Caballeros de la Orden de la Cruz de Malta. Este muro se convirtió en el lienzo reivindicativo de la juventud, atrapada por la asfixia del comunismo. Cobró fuerzas tras la muerte del cantante de The Beatles, en él cada día aparecían nuevas proclamas tales como “Help! I need somebody”, y se considera uno de los símbolos de la “revolución de terciopelo” que acabó con el régimen en el año 1989.

Y de nuevo damos a parar al Puente Carlos, ya conocido, para volver al otro lado de la ciudad y preparar nuestra partida, no sin antes tomarnos un chocolate caliente de despedida, y comprar como recuerdo una pieza de su afamado Cristal de Bohemia. Compramos una pequeña pieza de cristal azul, en Blue Praha en la calle Mostecká, donde te garantizan su autenticidad, ya que entre el cristal y el vidrio de Bohemia hay grandes diferencias.  Para nuestra despedida, saboreando un chocolate caliente, nos decantamos por el Choco Café, con una carta extensa de diferentes chocolates que puedes combinar con frutas o alcohol, aunque recomendamos el básico:  intenso, espeso que te dejará en el paladar el sabor de Praga.

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