Fam Trip al Caminito del Rey

Ser blogger de viajes, y además trabajar para turismo en Andalucía, tiene muchas sorpresas agradables. Esta ha sido la más espectacular hasta ahora; un «fam trip» al caminito del rey que organizaba Andalsur Excursiones/ Granavision  junto a Travel Nature.

¿Que es un fam trip?

Son viajes de trabajo enfocados a trabajadores del sector del turismo, normalmente patrocinados por agencias y empresas de viajes, para dar a conocer un producto o un destino. Así, que tuve la inmensa suerte de poder participar en este.

El camino del rey es posiblemente el paraje natural más solicitado de Andalucía. Conseguir acceso a corto plazo no es nada fácil. De hecho, ya lo intenté hace un año con mis amigos, y no hubo manera poder adaptarse a sus horarios limitados. Así que me tomé esta excursión como un super regalo.

Caminito del rey, se le llama a una serie de pasarelas adosadas a la roca, en el llamado Desfiladero de los Gaitanes. Este desfiladero es un profundo cañón en el río Guadalhorce, en la provincia de Málaga. Originariamente, se inaguró este camino, para el paso de los trabajadores que excababan un canal de agua desde los embalses del norte hasta el Chorro para aprovechar así el desnivel de una central hidroeléctrica que ya se encontraba alli. Fue el mismo rey Alfonso XIII en 1921 quien inaguró estás pasarelas, y de ahí el nombre con el que hoy se conoce: Caminito del rey, y fue considerada la pasarela más peligrosa del mundo.

Tras muchos años, en un estado total de abandono, en el que era usado por senderistas y escaladores aventureros, un grave accidente que acabo en muerte, hizo que las autoridades lo cerraran totalmente. Se iniciaron trabajos de rehabilitación, y el resultado se puede admirar y disfrutar hoy día desde marzo del 2015.

Salimos desde la Torre del Oro en Sevilla, a las 8:00 hr. El transporte, un minibus estupendo, cómodo limpio y con un chofer majísimo, lo pone la empresa con la que colaboro: Andalsur Excursiones. El resto lo gestiona Travel Natura, y lo hace muy bien, ya que cumplió el planning del día a la perfección.  Tras una parada en un área de servicio, a las 11:00 estábamos puntuales, entrando al caminito con nuestra guía C. El tour fue bilingue ( ingles y español), porque el grupo era variado, y muy bien avenido: holandeses, japoneses, catalanes, vascos, ingleses. Variadito, ¡como a mi me gusta!.

La cuestión de mi vértigo- sí, tengo vértigo- la tenía bastante presente, pero estaba segura de que podría dominarlo. No era la primera vez en mi vida que me tocaba estar en las alturas teniendo vértigo, y me daba bastante seguridad- dentro de lo que cabe- saber que hay barandillas a todo lo largo del trayecto. Psicologicamente es una protección que no te imaginas,saber que hay «algo donde agarrarse». Ni te voy a contar ahora las situaciones que he pasado en desfiladeros de cabra de los Andes, o en «carreteras de la muerte»- que no sólo existe en Bolivia, si no en cualquier país del mundo. Toca adaptar el handicap, enfrentarlo, trabajarlo. Hacer lo que sea necesario, para evitar que te frene y se te coma media vida. Es un miedo más, y los miedo hay que tenerlos a raya siempre. Tener vértigo para una viajera mochilera no es fácil, porque además te toca tu propia naturaleza.

¿Imaginas un compositor con sordera total…?.  Se llama putada.  Beethoven se quedó sordo,  lo que no impidió que siguiera tocando ni componiendo. Tan sólo modificó su forma de componer, la personalizó.  Comenzó a tener problemas para escuchar los tonos más agudos y paralelamente, se observa como la música que compuso coincidiendo con el comienzo de la sordera, es mucho más prolija en notas bajas y medias. Es decir, Beethoven compondría música usando notas que él mismo pudiera escuchar.

De la misma manera, mi forma de enfrentar las alturas, es con una especie de andares a los chiquito de la Calzada, (pero en «slow motion»),  soplándome las prisas que puedan tener los demás- yo voy a mi ritmo-, y mirando a los «supermans» de turno por encima del hombro. Bueno, muy por encima tampoco, que me mareo.

Mirada al infinito, nada de mirar abajo y dejarse atrapar por el pánico. Nada de darle bola a los pensamientos obsesivos de la cabeza; que si se va a romper una tabla del suelo, que si chequeo visualmemte el atornillamiento de las pasarelas a las rocas, midiendo su resistencia…que si, que si, que si…nada, nada, nada. ¡Pá alante!.

El caminito se divide en dos grandes bloques, por decirlo así. La primera parte, es una series de pasarelas, que yo llamaría «introductorias». Pasamos por la hidroeléctrica y las antiguas estructuras industriales- palos de electricidad, postes y las antiguas pasarelas-, que con sólo verlas, te dan un parraque. Nos cuenta la guía, que antaño hasta niños para ir cada día a la escuela, las paseaban….  ¡Demasiado poco pasa en el mundo!. Se observa, en el fonde del cañón, las formaciones preciosas que el agua ha ido moldeando, gracias a la erosión. La altura aun no es mucha en este punto.

Aquí se ven la nueva pasarela arriba, mientras que los restos de la antigua se siguen manteniendo.

Tras esta primera parte, paseamos un ratito  por un camino de tierra corriente, donde osbservamos la fauna y flora típica de la zona, dominada por olivos. Al fondo, se divisa el pantano del Chorro. Y entonces, nuestra guía nos para y se pone seria, porque la cosa…se pone seria. El plato fuerte está por llega. Digamos que apartir de aquí, el caminito coge altura. Mucha altura.

Explicación con C., antes de este segundo tramo.

Nos repite ciertas precauciones, como no saltar ni hacer el chorra en el puente colgante- ¡¿Puente colgante?!- ni tampoco en el balcón con suelo de cristal….¿¡suelo de cristal?!

Cierto que hay lo que llaman el balcón con suelo de cristal, una pequeña parte a la que puedes asomarte o no, pero que no es obligatoria, y con capacidad para sólo 4 personas.

Pero el plato fuerte, es este recorrido en que las pasarelas trazan una «W» siguiendo el curso natural del desfiladero. Aquí la cosa se pone tal que asi…

Desde ese punto, se puede ver la antigua vía del tren.

Lo que más respeto me dio fue cruzar el puente colgante, pero por suerte ese día no hacía nada de viento, y no se balanceaba en absoluto.

Al terminar el paseo, nos rugían las tripas, así que nos dirigimos a un restaurante de la zona donde, como parte de la excursión, nos pusimos hasta arriba de comer. Todo tal como prometía el programa, todo a tiempo, y al gente contenta. ¿ Que más se le puede pedir a una excursion?.

Mentiría si diría que sufrí o lo pasé mal, al contrario: fue un dia increíble e un lugar privilegiado; y volvería a hacerlo mil veces. Se puede realizar por tu cuenta o con visita guiada. Si añadimos a que hacerlo por linbre es bastante dificil de conseguir entradas, yo casi siempre prefiero ir con guía para enterarme de los pormenores y la historia. Además C. era realmente muy divertida, una inglesa excéntrica y amante de la naturaleza afincada en la Costa del Sol hacía muchos años. Así que si lo intentáis por libre, tendréis que ir a la Web Oficial del Caminito. Pero, si preferís una guía molona que os cuente todas las cositas, yo optaría por hacerlo, sin duda, junto a Andalsur Excursiones.

 

Viajad Viajad Malditos

 

Sonsoles.

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