Crónica de una moda anunciada.
A la altura del tercer capítulo de la serie Chernobyl, que podéis ver en HBO basada en el mayor desastre nuclear de la Historia, las redes y foros empezaron a arder. Todo el mundo hablaba ya de la mejor serie del año, mejor incluso que Juego de Tronos a la que ha destronado en puntuación en tan sólo meses. Desde ese momento supe que mis amigos fotógrafos, tan fascinados por el paisaje abandonado, o aquellos locos pioneros de Vice Magazine que hicieron un reportaje gamberro de los suyos: Hunting the Radioactive Beasts of Chernobyl, y los amantes del llamado “turismo de la desolación” habían dejado de ser unos frikis originales por siempre. Sabía que Chernobyl estaba a punto de convertirse en un destino de masas a pesar de que los ucranianos todavía están tratando de lidiar con las terribles consecuencias de aquella catástrofe.
Las noticias que nos llegan hablan de grupos masivos llegando a la zona y de un incremento del turismo de hasta un 300%. Ya que el panorama se presenta así, no está de más saber y tener en cuenta varias cosas antes de tu viaje a Chernobyl.
¿ Sabías que…?
Es la mayor tragedia nuclear de la Historia de la humanidad.
El 26 de abril de 1986, el mundo fue testigos de una de las tragedias más terribles en la historia de la humanidad: un accidente en la central nuclear de Chernobyl. La catástrofe recibió 7 puntos de los 7 posibles según la “Escala Internacional de Accidentes Nucleares”. La cantidad de materiales radiactivos y/o tóxicos, que se estimó fue unas 500 veces mayor que el liberado por la bomba atómica arrojada en Hiroshima en 1945. Este hecho lo convierte en la tragedia tecnogénica más grande de la época, junto con el accidente en la central nuclear japonesa Fukushima que sucedió el 11 de marzo de 2011.
Sí, aún hay radioactividad, por tanto hay que ir protegido y acompañado.
Todavía hay zonas de radiación peligrosas en el territorio de Chernobyl a las que no se debe acceder sin un equipo especial. De acuerdo con las normas vigentes y por razones de seguridad, está prohibido visitar la “zona de exclusión” como un civil sin compañía oficial. Aunque el nivel de radiación en las áreas donde actualmente se realizan excursiones oficiales, no difiere significativamente del de Kiev, Minsk o Moscú, la zona de exclusión tiene ciertos puntos con contaminación extremadamente alta que fueron creados por el viento que transportó polvo radiactivo. Las autoridades de la zona ponen mucha atención en proteger esos puntos de los turistas, pero admiten que algunos enterramientos continúan sin ser localizados. Una excursión de 2 ó 3 días no entraña gran peligro, ya que supone una exposición como la que se tiene al hacerse una placa de rayos X. Se a como sea, no juegues con tu salud, y acata todas las normas de seguridad.
Chernobyl y Pripyat son dos ciudades diferentes
Muy a menudo, Chernobyl y Pripyat son considerados como un solo lugar. Chernobyl es una pequeña ciudad ubicada a 12 km de la planta de energía nuclear, con una población de aproximadamente 12,000 personas antes del accidente. Actualmente, Chernobyl sigue siendo una ciudad en funcionamiento (aunque en un régimen especial). Ahora viven menos de 1,000 personas allí y, básicamente, son empleados de instituciones y empresas de la Zona de Exclusión que trabajan por turnos. Mientras tanto, la ciudad de Pripyat estaba a solo 2 km del lugar del desastre. Cerca de 50,000 personas solían vivir allí, pero ahora está completamente desalojado.
Chernobyl es una reserva de la biosfera.
Tras el accidente, toda la población de la zona fue evacuada. Y cuando los humanos se fueron, la vida silvestre retornó. Aunque la radiación también impacta en los animales, los efectos de que provoca el hombre, como la caza, la agricultura y la deforestación, son mucho peores. La cantidad de alces, corzos, ciervos y jabalíes que viven en la zona de exclusión es similar a la de las las reservas naturales cercanas no contaminadas. Los lobos se encuentran especialmente bien, tienen una población a día de hoy siete veces más grande que las poblaciones de lobos en las reservas vecinas. Es tan abundante la presencia de criaturas salvajes que se ha establecido un toque de queda especial en Chernóbil.
La llamada “Reserva de Biosfera de Radiación y Ecología” ocupa dos tercios del territorio de la Zona de Exclusión. Su propósito es la conservación de la naturaleza y la investigación científica con visitas limitadas de civiles.
El 70% de la contaminación se extendió a Bielorrusia
El desastre de Chernobyl afectó no solo a las ciudades vecinas, sino también a la nación de Bielorrusia. Dado que las fronteras del país están ubicadas a solo 6.2 millas (10 km) de la planta de energía, los científicos estiman que casi el 70% de la contaminación después del desastre de Chernobyl no se produjo en Ucrania, sino en Bielorrusia. Por otra parte, la lluvia radiactiva llegó hasta Irlanda, y recordemos que fue una central sueca quien dio la voz de alarma, ya que la radiación se extendió también hasta allí.
800.000 hombres intentaron prevenir las consecuencias.
Tras estallar la noticia sobre el desastre, 800.000 hombres arriesgaron sus vidas para evitar las consecuencias de la explosión a nivel mundial y estabilizar la situación de alguna manera. Trabajaron en el área de alto riesgo, exponiéndose a la radiación, en ocasiones de forma letal. 25.000 personas murieron y más de 70.000 se convirtieron en discapacitados.
Se formó un nuevo mineral, la Chernobilita.
En diciembre de 1986, los científicos rusos que bajaron al corredor subterráneo del dañado reactor número cuatro, descubrieron una masa de alta radiactividad de más de dos metros de espesor altamente letal. Por su forma la llamaron la ‘pata de elefante’. Un análisis del material reveló que la ‘pata de elefante’, además del combustible nuclear, contenía hormigón, arena y piezas de la cubierta del reactor. Todas estas partes se derritieron y se filtraron hacia abajo en forma de conglomerado. El material que formaba la ‘pata de elefante’ recibió el nombre de ‘chernobilita’.
Hay un hotel donde pasar la noche.
Si quieres explorar a fondo la zona y pasar un par de días en Chernobyl, hay un hotel en el que puedes pasar la noche. El hotel Pripyat está decorado al estilo soviético: sobrio pero limpio, equipado con sábanas limpias, toallas y jabón. También cuenta con Wifi. Pero no se recomienda para estancias prolongadas por seguridad para la salud. Incluso a los trabajadores se les permite permanecer en la Zona tan solo por 15 días. Están obligados a pasar los siguientes 15 días fuera de la Zona para minimizar el impacto de la radiación.
Se permite tomar instantáneas.
Se permite tomar fotos y videos en la zona de exclusión, aunque hay algunas excepciones. Debido al derecho internacional, las imágenes de la central nuclear de Chernobyl solo pueden tomarse desde ciertos puntos de vista. Hay “elementos” que está prohibido retratar. Por ejemplo, los puestos de control y los oficiales no pueden ser documentados. Si quieres usar un “dron” para tomar vistas aéreas se debe solicitar permiso previo. Todo lo demás está libre de cualquier prohibición, por lo que puedes obtener imágenes increíbles. De hecho, el lugar…
Ha inspirado grandes trabajos fotográficos.
Hay toda una legión de personas, entre las que me incluyo, fascinadas por la estética y atmósfera de los lugares abandonados en general. En concreto, muchas lo estamos especialmente por los lugares abandonados de la era soviética. Chernobyl, como un icono que es tanto de la era soviética como plato fuerte del llamado “turismo de la desolación”, recibe desde muchos años fotógrafos y documentalistas, que llevan dejando en estas décadas pasadas unos trabajos de documentación increíbles.
Os dejo un listado con algunos de mis preferidos:
David McMillan Growth and Decay. Pripyat and the Chernobyl.
Gerd Ludwig. The Long Shadow of Chernobyl
Andrea Carroll . Chernobyl : 30 years of abandonment
Alina Rudya. Prypyat mon Amour
Buen viaje radioactivo…
Sonsoles Lozano.