Al viajar por Panama, todo el mundo me decía: – Vete a Bocas del Toro, vete a Bocas-. Pero yo me fuí a Boquete.
Tras pasar un mes, desde que aterricé en Costa Rica, en sitios de playa y rodeada de paisajes de arena y palmera, encontrarme con el verde embrutecimiento de todo un bosque húmedo, cubriendo los imponentes picos de las montañas que rodean el volcán Barú, fue todo un alivio. Hay dos clases de personas: las de playa y las de montaña, yo soy de montaña.
Llegué de noche y al bajarme del bus sentí frío. ¡Que gustito!. Debo admitir que tanto calor todo el rato seguido no me sienta bien, me desmadeja el cuerpo y la cabeza, y a mi me gusta la actividad. Tras vivir 5 años en Berlín, creo que mi cuerpo se está alemanizando. ¡ Quien diría que soy de Cádiz!
Boquete está en la provincia de Chiriquí, a la cual los indios Ngöbe-Buglé llaman «el valle de la luna». Es normal ver la plaza del pueblo salpicada de los colores chillones típicos de los trajes de las mujeres indígenas. No así los hombres, que en muchas etnias visten ropa occidental y hacen uso reiterado de una de las costumbres que occidente también les impuso: el Guaro ( Ron).
Boquete está situado en un valle por el que pasa el río Caldera. Es un pueblito con mucho encanto y se puede encontrar a las noches, dos cosas muy preciadas en Panamá, por ser muy poco comunes: fresquito y silencio.
El primer día salí a conocer el pueblo, sus gentes y, cuando se quedó pequeño, salí por sus alrededores.
Es enero, y algunos portales de Belén permanecen en los jardines. Debo decir que es la primera vez en mi vida que paso unas navidades torrándome al sol. Aunque en mi pueblo del sur de España, Algeciras, no nieva y alguna navidad fue especialmente cálida, no recuerdo haber llevado manga corta en ninguna.
La imagen de estos tres reyes magos, enchilabados del cuello a los tobillos, – la sobrecapa de los hombros es de pelo-,con semejante solano, da ganas de dejarlos en calzoncillos. Pobecicos, que manera de hacerlos venir de oriente, cruzar el charco, y nadie decirle que se trajeran las chanclas, el bañador y el Almanque Azul de Panama.
Una de las cosas que más me llaman la atención en Latinoamérica en general, es la continua representación religiosa, un auténtico bombardeo. La fe y la creatividad, aplicada al merchandising sobre Jesús, en su máximo apogeo.
Aquí vemos una pegatina gigante ocupando toda la luna trasera de un coche. Me hace recordar al cartel del bus de anoche: » Dios es mi socio, cuidate de robarme», o » Ceda el sitio, por el amor de Dios».
La figura de Jesucristo aquí se hace mucho más viva y humana, y eso es incuestionable, desde el momento en que no solo es un Dios o hijo de, sino que es el socio, el policía, el carnicero; en Costa Rica ¡hasta lo postulaban para presidente!.
No soy practicante y me considero bastante crítica con el tema, sobre todo cuando se usa como pilar básico de la educación en los tiempos que corren. Pero terminé rindiéndome al encanto de toda esta iconografía religiosa-caribeña, todo me resultaba deliciosamente antropológico.
Sabía que Boquete es conocido por el cultivo de flores y café, de hecho estaba por celebrarse la fería de cada año, y estaban preparando la exposición floral al otro lado del río.
¿Y si digo que a mi las flores vivas, así en adornos, en ramos de novias, en estampados de cortinas y colchas, en nichos de cementerios, en coronas….no me gustan?.
No digo que sea feo, pero flores vivas cortadas, bonito tampoco es. ¡Dejad las flores que crezcan salvajes!.
Para el evento, que congrega a mucha gente, preparaban las instalaciones; como esta hilera de cabinas de teléfonos. Una imagen para archivar, casi se me salta la lágrima. ¿1983?
¡Ha llegado la hora y el calor para una «Panamá»!
A pesar de vivir en Alemania, un país conocido por su cerveza, sus salchichas, su chucrut y sus dictadores; no me gusta beber cerveza allí. En primer lugar porque no tienen formato caña, y segundo porque no hace calor y la cerveza te la sirven del tiempo, nunca fría. Tampoco me gustan mucho las salchichas, y los dictadores en ninguna de sus formas.
Para mí, hay una relación de dos elementos que no se pueden separar, un binomio indestructible y es: cerveza fría + clima caluroso. Lo contrario no tiene sentido. Llevo 5 años viviendo en una ciudad sin ningún sentido… ¡Y aquí lo estoy encontrando!
Y entonces no paré de encontrar gente dormida por los rincones. Una siestecita no se le niega a nadie, oiga.
Dormido en la puerta de la tienda.
Dormido en la parada del bus, lugar habilitado para la siesta de conductores…
Y luego me encontré y hablé con gente despierta y trabajando. Gentes del planeta mundo.
Siempre que encuentro personas en el mundo con su oficio de toda la vida, manteniendo viva la palabra gremio, me vienen ganas de sacar unas cuantas bombas y tirarlas en los centros comerciales de todo el mundo. (No tomar mis ganas en serio).
La recepcionista de su hostal y su marido resignado.
También encontré gentes que ni duerme ni trabaja.
Estaba por buscar algún sitio donde sentarme un rato a comer algo y me encontré con Brian, su hermana y su abuela, en la puerta de su casa color Caribe.
Pasamos como 1 hora relatando las aventuras y desventuras de Brian, el chiquito que veis en la foto. Un pieza que se diría en España, pero un pieza entrañable. La travesura más fuerte es en la que se traga una moneda- el como llega la moneda a la boca y posteriormente al estómago es un misterio- y lo llevan al hospital de David, le hacen radiografías, se la sacan y todo termina. Pero para Brian el viaje a David – raras veces sale de Boquete-, fue toda una aventura, y la radiografía con la moneda en su estómago le gustó tanto, que al mes siguiente se tragó otra. Criaturita….
Esa abuela tiene más paciencia que un español esperando que pase la crisis. Y ese criajo, a pesar de ser un pequeño demonio, tiene una sonrisa y unos ojos que desarman.
Luego me senté a comerme unos patacones ( anótese el ketchup en sobre de acompañamiento) y un jugo de frutilla, que es como llaman a la fresa.
Y después me bebí un café delicioso, bueno y sabroso. Tenía que despejarme y coger fuerzas porque esa tarde iba a hacer algo que siempre me ENCANTA…
Me encaminé a la cita con mi bello corcel…que no príncipe…
¿No parece una pequeña pareja a punto de encontrarse?
Lo que fui a hacer a la tarde os lo cuento en: A caballo vamos pal monte.
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Buenos dias, buenas tardes, buenas noches.
Son.
Datos de interés:
Llegada en Bus: Desde la terminal de David. Cada 30 min sale un bus, tarda 1 horita y cuesta unos 2 $. Desde las 6:00 am a las 9:00 pm.
Alojamiento: Puedes encontrar algunos hostales con camas en cuartos compartidos sobre los 12$ y cuartos privados sobre los 23$.
Comida: Desde 3$ hasta restaurantes de exquisiteces en gastronomía peruana por 30$.