Hola viajeros. Una gran parte del encanto de este viaje a Panamá y Costa Rica fue el balance perfecto entre el tiempo que pasé a solas y el que anduve de reencuentro con amigos. Un tiempo a solas muy preciado para poder dedicar a este blog de viajes que es mi amor.
El camino al Tigre de San Lorenzo.
En Berlín viven varias amigas panameñas que en estas fechas se encontraban aquí por el tema de las navidades. Así que hicimos por cuadrar un encuentro y resultó una sorpresa de ensueño en un sitio mágico. Y todo solo para nosotros.
Ela comentó que conocía a Patrick, un arquitecto amigo de su familia y que tenían pensado ir a una de sus casas en el Tigre de San Lorenzo, provincia de Veraguas, para hacer un fin de semana de»braimstorming». Patrick quería hacer algo con el espacio y necesitaba ideas y ayuda de creativos. Así que Ela nos invitó a Paola, Laura, Carla, Carolina y a mí. También venía Luca, el chico de Ela, y por supuesto Patrick. De alguna manera todas nosotras estamos conectadas con el mundo creativo: Laura es editora de video, Ela se dedica a la danza y fundó Estudio Nuboso, Carla y Carolina trabajan con niños a través de terapias creativas, Paola es la mayor artista que he conocido en la cocina, y yo por mi parte soy fotógrafa y explico la ciudad de Berlin con toda la creatividad que se pueda imaginar.
Quedamos en que iría en el coche de Patrick donde iba Ela. Me recogerían en la terminal de Santiago que bien conocía. Sorprendentemente llegaron muy puntuales y cuadramos perfecto. Conocí a Patrick, un «man» muy amable y dinámico. Luego me enteré que y comprobé por mí misma que además es un super arquitecto. Cargamos y rellenamos de hielo las «coolers» y nos pusimos en marcha. El resto de las chicas venían en otro coche, y por supuesto llegaban tarde. 🙂
No es posible llegar por un camino asfaltado todo el trayecto, y la última subida es a pie. Para entonces yo no me imaginaba nada del sitio donde íbamos y me junté mas que nada por reunirme de nuevo con las chicas en Panamá. Pero cuando con el coche, de pronto entramos directamente en la arena de Playa Arrimadero y el paisaje se abrió espectacular ante nosotras, supe que íbamos a un sitio realmente especial.
Por fin llegamos a pie de rampa que da entrada a la casa. Felicidad en las caras, Luca tranquilito de fondo, y la «cooler» que no falte.
Cuando llegamos arriba encontré una estructura increíble de hierro, madera y malla de tela, la cual no me podía creer. Aquello no era una casa, ni un chiringo de verano, ni un palacio o palacete, ni nada conocido…aquello era una obra de arte. La magia de Patrick Dillon en su máxima potencia.
Saló: el espacio
El interior es una especie de invernadero gigante, cuyas puertas correderas se abren o cierran como paneles, permitiendo jugar con el espacio: dejarlo protegido en invierno o días de lluvia, y abrirlo como una terraza cubierta gigante cuando se quiera.
Interior y aquella barra americana enorme al fondo es la cocina. Paola ya está en acción.
El exterior tenía dos espacios, a cual mas increíble: la piscina / baño, y la terraza.
La casa es totalmente ecológica. Se usan paneles solares para generar la electricidad, y el techo está diseñado de tal manera que sirva para recoger el agua y forme canalones, en forma de caída natural, que desemboquen en los depósitos de la ducha y en la piscina. De esta manera todo el agua de lluvia se vuelve a usar.
Depósito del agua para los baños. El tejado en forma de alas de pájaro permite recoger todo el agua y que no se desperdicie nada.
Y para finalizar, cuando salí a la terraza que mira a todo el océano, tuve que darme un pellizquito en el brazo a ver si soñaba o no.
La terraza desde el interior.
Antes de seguir os voy a presentar a mi amigas panameña berlinesas, con las que pasé tres días en este lugar hermoso, con las que me reí mucho y con las que fundé el Club Tinto de Verano en Panamá. Mil gracias por ese regalo bellas.
* Luca está incluido tanto en el chicas, como en el bellas. 🙂
Laura, la gata Fong. Camera Cat Woman.
Ela, la estudiante nubosa. Danzante.
Paola. Master Lovely Chef.
Simply Carlita.
Luca, Surfer Zen Man
Surfing everywhere.
Hubo un momento de máxima importancia, momentos para señalar en la Historia.El intercambio cultural consiste en el toma y daca de los pequeños y grandes detalles de las culturas que se encuentran.
Las grandes ideas, las grandes palabras, los grandes choques…bah! La vida está hecha de los pequeños detalles.
Alegría y alboroto en la fundación del Club Tinto de Verano en el Tigre de San Lorenzo.
Y este chico tan majo se llama Jacob, vive con su familia todo el año en Playa de Arrimadero y se encarga de cuidar el lugar cuando Patrick no está allí.
Al llegar nos montaron en 5 minutos cuatros tiendas de campañas, dos en la zona de la piscina y otras dos en otra terraza inferior que daba al mar y donde había un garaje. Vamos, ¡que estábamos como Dioses!
Y no solo fue una gran sorpresa la casa, sino la localización. Como podeis ver está enfocada al mar y se encuentra sobre una gran roca de lava volcánica submarina, que es aparentemente una de las primeras formaciones geológicas de Panamá. En serio, no se que sea, pero la enorme energía que allí se sentía es inexplicable. Así pasamos momentos muy agradables, y con la palabra agradable me quedo muy pero que muy corta.
A la noche, después de la cena y algunos tintos de verano, comimos un postre de chocolate riquísimo, hecho «home made» «en San Francisco, que resultó de lo mas digestivo y estimulante…
Ela y Patrick de «braimstormeo«
La gata sobre el tejado del tigre.
En este punto, y una vez que habéis visto esa pieza de arte en arquitectura, que Patrick llamó «Salo», me parece de justicia hacer un parón para sugerios que paséis por su página y veáis el resto de sus obras, no tienen desperdicio.
Yo solo sé que si alguna vez tengo los medios y el sitio claro del mundo donde quiera establecerme, llamaré a Patrick Dillon para que diseñe mi casa. Concuerda totalmente tanto con mi ética como con mi estética. Mil gracias Patrick por este regalo impagable de tres días de mi vida.
Miraló, que me recuerda a mi de guía, pero en plan playero.
De excursión por las calas panameñas
Al dia siguiente fuimos de excursión a varias calas de alrededor, que también pertenecían al terreno de Patrick, y para los que tenía varias ideas.
Llegamos en barca con Jacob y nos dedicamos a hacer lo que se hace en esa situación: absolutamente nada. Menos Luca que no puede estar quieto.
A esta cala llegamos por barco, pero esta otra, que estaba pegada a la primera, llegamos por el interior.
Y una vez en la arena a tirarse a la bartola y disfrutar de este estupendo día.
Bailamos el baile del «kikiri kakiri». Imitando el movimiento de estos «cangrejos ermitaños», que los hay a cientos correteando por la arena. El movimiento es muy gracioso.
Y esta soy yo muy pequeña en una roca gigante. Ya se, parece un árbol, me lo dice un montón de gente. Latinoamérica tiene una naturaleza embrutecida, engorilada, pero tampoco hay que pasarse.
Lucowboy
El objetivo de la cámara se empañó con la humedad, y menudo «flow» natural, en todos los sentidos.
Datos de interés:
La cala Playa del Arrimadero, tiene un par de pequeños restaurantes que cocinan pescado fresco a la manera local.